EENRED/Quito.- En su quinto día de grandes marchas, bloqueos de vías y enfrentamientos con la policía y militares, el pueblo de Ecuador ha obligado que el presidente, Lenín Moreno, mueva la sede del poder de la capital Quito hacia Guayaquil.
Una parte de los manifestantes ha bautizado a estas manifestaciones como la ‘revolución de los zánganos’, en respuesta al propio mandatario, quien el viernes pasado, un día después que iniciaran las protestas, insistió en que no dará su brazo a torcer por las medidas económicas anunciadas. «Se acabó la zanganería», enfatizó.
Ante la intensificación de las protestas, Moreno ha culpado al ex mandatario Rafael Correa y al presidente venezolano Nicolás Maduro, como cómplices en un «plan de desestabilización» para el país.
«Ellos son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado», aseguró el presidente, reiterando que las personas que incitan a la violencia corresponden a «individuos externos pagados y organizados» y acusando también a otros políticos de involucramiento, entre ellos el excanciller Ricardo Patiño.
A pesar de que se han dispuesto cerca de 24,000 militares para garantizar el orden, las protestas se mantienen en el país y las marchas continúan su avance hacia Guayaquil al grito de «el pueblo unido jamás será vencido». En redes sociales, cientos de personas piden su renuncia.
Con información de RT.
