Matamoros definiría elección en Tamaulipas

JOSE SOLORIO.- Reynosa, Tamaulipas, ya no es lo que fue. Por décadas, fue considerada la joya de la corona de toda elección. Candidatos y gobiernos, ponían extremada atención a sus actores y a su sociedad… Hasta que llegó la banda de la Makiavélica.

Ahora Matamoros, se apropió del campeonato de cosecha de votos; principalmente para Morena y sus aliados.

Veamos:

En la más reciente elección municipal, en tierra reynosense, el PAN obtuvo 75 mil votos con su candidato Jesús Ma. Moreno «Chuma»; en tanto MORENA y coaligados, acopió 108 mil sufragios con la postulación del Makyito Peña.

Aproximadamente, una diferencia de 33 mil papeletas marcó el umbral de la derrota, o la victoria, según se vea.

En Matamoros, fue otra vaina.

Mario López obtuvo una votación de 109 mil al amparo de la sobra MORENA y de sus coaligados; Ivett Bermea, la aspirante panista, logró para su causa 51 mil boletas cruzadas.

La aritmética es clara: más de 50 mil votos de diferencia entre la Borrega y la dama azul.

¿Dónde quedó la joya de la corona que tanto presumían panistas y diversos actores locales para vender caro su amor al gobierno en turno?

Como en el juego de la bolita: nadie se dio cuenta que cambió la relevancia de las regiones electorales en la entidad. Por lustros, la clase política reynosense, actuó de pretenciosa: –Reynosa, define una elección en el estado.

Y así, fueron por la vida. Se creían indispensables a la hora de repartir posiciones y al tiempo de las negociaciones.

La pandilla de los makiavélicos, –fue un ejemplo de esa conducta faramallosa– a juicio de los números, es decir objetivamente, fue puesta en el pasado por sus paisanos.

Ni Reynosa es hoy el centro del universo electoral –ahora lo es Matamoros, según claman los resultados de los recientes comicios– ni doña Maki Ortiz es el fiel de la balanza en las elecciones de la entidad.

La Borrega, es el actor fronterizo con mayor potencia –incluyendo a los cuadros azules–; es, a la vez, el morenista, que mayor soporte puede aportar a la candidatura de Américo Villarreal.

Muy sencillo: Carmen Lilia Canturosas, ganó apretadamente, con algunos 3 mil votos de diferencia, y Makyito, Carlos Peña Ortiz, dificultosamente pudo superar a Chuma.

En ese escenario demográfico-electoral, la Borrega emerge como la presencia definitoria en muchas leguas a la redonda de su natal Matamoros.

¿Y Makyito, su padre y su progenitora, dónde quedarán?

Donde estaban antes de incorporarse a la política: en la administración de sus burdeles

Por: José Angel Solorio Martínez

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